"Es sólo una pequeña cabeza intercambiable".dijo que más de 3 mil millones de usuarios de afeitadoras húmedas en todo el mundo...
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PUEDES CALCULARLO AQUÍ:
¡Juntos podemos evitar tanto desperdicio!
¡Simplemente cambiando los cabezales desechables por las viejas hojas de afeitar y usándolas en maquinillas de afeitar, mangos, cuchillos y cepillos sostenibles y duraderos!
El problema de los residuos con los cabezales de repuesto "normales" y los mangos de afeitar supuestamente baratos es que varias materias primas están firmemente unidas entre sí, de ahí el término residuos compuestos.
Los cabezales intercambiables unen las hojas de metal con las de plástico y normalmente se entregan en un dispensador de plástico, los mangos de la maquinilla de afeitar tienen accesorios de goma de colores "elegantes" y tiras decorativas de plástico.
El resultado: todos los componentes sólo se pueden eliminar con la basura doméstica, ya que las valiosas materias primas se pierden debido a la combinación sólida y/o en pequeña escala con plástico.
¡Puedes evitar esto con casi cualquier afeitadora que utilice hojas de afeitar clásicas!
Entre ellas se incluyen, por ejemplo, las maquinillas de afeitar seguras, las maquinillas de afeitar rectas y también las nuevas maquinillas de afeitar sin plástico, fáciles de usar y con cabezal oscilante, que ofrecen como base sólida un mango duradero hecho de metal puro que, gracias a su diseño ergonómico ¡No requiere plástico ni goma para caber firme y fácilmente en la mano!
Utilizan hojas de afeitar clásicas, normalmente las llamadas medias hojas, medias hojas o hojas de un solo filo, que están disponibles en muchas tiendas online y droguerías y son completamente reciclables. Se trata de hojas de afeitar “simplemente” partidas por la mitad y precortadas para un manejo fácil y seguro.
Otra ventaja:
Gracias a las hojas de afeitar económicas, cambiar la hoja cuesta sólo unos céntimos en lugar de muchos euros con un cabezal reemplazable; por lo tanto, comprar una afeitadora elegante y duradera después de un tiempo vale la pena dos veces: ¡ecológica Y económicamente!
¿Genial, no?
